A medida que el talento y los modelos de negocio se vuelven cada vez más globales, la necesidad de realizar pagos transfronterizos seguros y eficientes es más crítica que nunca, especialmente cuando se trata de nómina. Desde equipos remotos y creadores de contenido hasta proveedores y contratistas, las empresas deben enfrentar sistemas fragmentados, monedas inestables y regulaciones inconsistentes para pagar a tiempo.
En ninguna parte este desafío es más visible que en América Latina.
Países como México, Argentina, Colombia, Perú y Brasil están profundamente integrados en los ecosistemas globales de tecnología, servicios y manufactura. Pero enviar dinero a través de fronteras en esta región rara vez es simple. Las empresas se enfrentan a un mosaico de redes bancarias locales, controles de divisas, inflación y requisitos legales que varían de un país a otro. Desde los aguinaldos en México hasta las primas legales obligatorias en Colombia, el cumplimiento no solo es complejo, sino que cambia constantemente.
Para las empresas multinacionales, esto implica trabajar con múltiples proveedores locales, abrir cuentas bancarias regionales y adaptarse a sistemas de pago como SPEI, PIX o ACH. Estos procesos no solo son costosos y lentos, también son frágiles. Los retrasos en los pagos, las pérdidas por conversión de divisas y las cargas administrativas erosionan con frecuencia tanto el valor financiero como la confianza del empleado.
En economías volátiles como Argentina, donde la inflación puede cambiar drásticamente de una semana a otra, los riesgos financieros son aún mayores. La inestabilidad del tipo de cambio y los retrasos en las transferencias internacionales hacen que los empleados reciban menos de lo esperado, o el dinero llegue demasiado tarde.
Todos estos desafíos conforman un entorno de pagos transfronterizos lento, costoso y poco confiable. Y en una región donde pagar con precisión y a tiempo es esencial para retener talento, no se trata solo de una barrera operativa—es un riesgo estratégico.
¿Sabías que...?
66% de las empresas globales utiliza más de dos proveedores de nómina internacional. 25% de los errores en pagos internacionales se debe a problemas con la conversión de divisas.- El uso de stablecoins en LATAM creció más de 100% en 2023.
América Latina no es solo una región con desafíos financieros: se ha convertido en un campo de pruebas para el futuro de los pagos globales. En un entorno moldeado por la inflación, sistemas bancarios fragmentados y una alta exclusión financiera, la innovación no es un lujo, es una necesidad. Las soluciones no esperan condiciones ideales aquí; surgen bajo presión.
Por eso, herramientas basadas en blockchain como las stablecoins, las billeteras digitales y los contratos inteligentes están ganando tracción más rápidamente en LATAM que en muchas otras regiones del mundo. Las empresas no están simplemente experimentando, están implementando. Se adaptan a las restricciones cambiarias, eliminan intermediarios costosos y construyen una infraestructura ágil de pagos diseñada para funcionar en condiciones reales.
En este contexto, blockchain y las stablecoins ya no son herramientas de nicho o experimentales: están resolviendo problemas estructurales que las finanzas tradicionales no han podido abordar. Las stablecoins ofrecen velocidad, transparencia y previsibilidad. La infraestructura blockchain permite automatización, trazabilidad y escalabilidad. Juntas, ofrecen una alternativa de pagos no solo más eficiente, sino también más inclusiva y resiliente en entornos de alta fricción.
Aquí, la transformación financiera no es teórica, está ocurriendo. Desde la nómina internacional hasta los pagos a creadores, las soluciones que se implementan hoy están reduciendo costos, acelerando el acceso y sentando las bases para un sistema financiero más justo. Los desafíos únicos de LATAM están catalizando innovaciones con potencial global, y la región está liderando el cambio, no siguiéndolo.
Uno de los ejemplos más claros de esta transformación proviene de una empresa tecnológica estadounidense que se asoció con VelaFi para optimizar su operación de nómina en la región. La empresa necesitaba pagar salarios a más de 40 empleados ubicados en México, Argentina, Colombia y Perú.
El uso de proveedores tradicionales había generado retrasos, altos costos y fricción operativa. Con VelaFi Business, la empresa pudo enviar USD desde Estados Unidos, convertirlos a USDT (una stablecoin vinculada al dólar) y distribuirlos directamente a las billeteras de los empleados—completando todo el proceso en cuestión de minutos.
Los empleados recibieron su salario completo, sin comisiones ocultas ni retrasos. En los países donde VelaFi opera con infraestructura local, incluso tuvieron la opción de convertir los fondos a moneda local y recibirlos en sus cuentas bancarias, manteniendo la velocidad y transparencia del sistema blockchain. Todo esto se gestionó desde una sola plataforma.
Este enfoque no solo optimizó la operación: mejoró la experiencia de los empleados, eliminó la incertidumbre bancaria y otorgó mayor visibilidad y control a los equipos financieros.
La misma infraestructura que permitió la nómina masiva en el sector empresarial también está transformando la economía digital.
Clapper, una red social en crecimiento con una sólida base de creadores en México, enfrentaba grandes dificultades para pagar a sus usuarios. Antes de trabajar con VelaFi, los creadores de contenido sufrían retrasos de entre cuatro y seis días, comisiones de hasta el 30% y cargos adicionales por transferencias a cuentas bancarias locales.
Al integrar la solución de VelaFi, Clapper automatizó el proceso de pagos con stablecoins y permitió la liquidación directa en pesos mexicanos. Hoy, los creadores reciben su pago el mismo día, con comisiones totales menores al 1%, sin pasos manuales y con total transparencia.
Esto no solo mejoró la satisfacción y lealtad de los usuarios, sino que también le dio a Clapper un modelo escalable y eficiente en costos para expandirse a nuevos mercados en América Latina.
Aunque la nómina puede ser el punto más urgente hoy, es solo el comienzo. A medida que las empresas se globalizan y trabajan con colaboradores cada vez más diversos, freelancers, creadores, proveedores y equipos remotos, la necesidad de sistemas de pago más rápidos, transparentes y adaptables crecerá exponencialmente.
La banca tradicional seguirá teniendo un rol, especialmente en mercados estables. Pero en regiones con alta fricción, las soluciones basadas en blockchain ofrecen una ventaja difícil de ignorar. Las billeteras digitales están emergiendo como centros operativos que integran pagos, finanzas, cumplimiento y lógica de negocio. Los contratos inteligentes están sentando las bases para desembolsos automatizados y basados en reglas. Y las stablecoins ya están permitiendo a las empresas operar sin replicar la infraestructura bancaria tradicional.
Las compañías que adopten esta infraestructura desde ahora no solo estarán optimizando sus operaciones, estarán construyendo una ventaja competitiva. Estarán empoderando a sus equipos y socios. Y estarán definiendo el futuro de los pagos globales.
Porque la transformación de la nómina internacional ya está en marcha. Y América Latina está al frente de esa evolución.